9.8.11

Paco España..un mito

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Las Palmas de Gran Canaria
Hoy hay cita en el Sur. Se celebra un «agasajo» al transformista canario ,

Paco España (La Isleta, 1945), personaje de los efervescentes años 70.
Hijo de cambuyoneros, con 16 años cogió la maleta y se marchó a Barcelona a triunfar en el escenario.


Fue el más valiente de todos. El primero que se puso una bata de cola fue este señor, y se llama Paco España.
Que no se olvide nadie que él es Paco España». Las frases son de Manolín, el rey de la simpatía, transformista como su amigo y de La Isleta también.

Manolín acompaña a su colega en esta entrevista, concertada a raíz del homenaje que le ofrecen esta noche al artista que triunfó en media España.-

Manolín lleva la voz cantante: «Empezamos juntos de niños en
Radio Las Palmas. Con el mago Pantopín, con el maestro Peón Real... y con José Vélez, que en aquella época se llamaba Joselillo Velázquez y cantaba canciones de Joselito.
También íbamos al cine Guanarteme con Arturo y su gaita.
Nosotros éramos niños y nos contrataban para desfiles de variedades infantiles...». Para situar la época Paco apunta que era «la del aceite Racsa».

Sin intermedios ni descansos, Manolín pasa del aceite al recuerdo de que hace poco que ha muerto la madre de Paco, Nievitas la cambuyonera, que dejó este mundo con 102 años cumplidos. Y critica que, de los amigos artistas, sólo él y Anita González se acercaran al duelo.
Manolín se atropella en su deseo de contar cuánto tuvo Paco y cuánto perdió, y en lo injusta que es la vida, que no guarda fidelidades. Ni siquiera al mejor transformista que parió La Isleta.

Con 16 años, una maletita y un billete de ida y vuelta, Paco se marchó a Barcelona a buscar fortuna. Hizo pruebas en varias salas, pero no le contrataban porque entonces todavía no se vestía de mujer. Al final consiguió un contrato en 'Barcelona de noche'. «Allí empecé como
transformista, todavía salía con pantalones, pero ya iba maquillado de mujer». Lo suyo era «la copla y el cachondeo».

En lo económico la cosa aún estaba «floja», porque cobraba 400 pesetas al día, pagaba cien diarias en la pensión y además había que comer y hacerse ropa para el escenario.

«Allí triunfé. Me llamaban Paco Spain. Después el dueño de esa sala inauguró en Madrid y
me llevó como presentador. Se llamaba el Gay Club, estuve de showman cuatro años».
Manolín, que lo llegó a ver en este club, dice que ya entonces el éxito de Paco «era una locura».

Después aquella sala cerró, él se convirtió en empresario y empezó a recorrer el país con su espectáculo. «Ganaba 2.500 pesetas al día y eso ya era dinero». Tenía 21 o 22 años. «¡Hasta 800.000 pesetas le llegaron a pagar por una gala a Paco España!», apostilla Manolín.

Paco España vivió su plenitud artística a caballo entre la dictadura y la democracia. «Yo actuaba con Franco, y en el camerino había una bombilla que encendían desde fuera cuando venía la policía al local, y entonces, en vez de vestido, nos poníamos pantalones, pero salíamos a
trabajar igual. A final la policía nos dejó por imposibles», resume.

Paco vivió el destape como protagonista y aquellas noches sin fin que acababan de madrugada. «Terminabas la actuación a las dos y media o a las tres, y después nos íbamos a Bocaccio, hasta la madrugada. Allí nos veíamos todos..». Paco dice que en aquellos años conoció a Miguel Bose, a Carmen Sevilla, a Lolita Sevilla, a Rosario Flores, Paco Umbral, María Jiménez, Florinda Chico, Rocio Jurado y a la mismisima Lola Flores, su ídolo.

Pero los años de vino y rosas tuvieron su fin: «Yo llevaba un representante que era mi amante. Era el que manejaba el dinero y se murió con 52 años. A partir de ahí tuve dos años de depresión, me ví sólo, no entendía nada del papeleo y de repente ví que no tenía dinero ni para pagar la casa». «No había nada a nombre de Paco España», aclara Manolín. Hace tres años lo echaron de su piso madrileño de la calle San Pedro. Y, pese a que la depresión sigue ahí, él no ha abandonado el escenario.
Actúa en el Centro Comercial Yumbo, en la terraza La Terre (viernes y sábados, 00:30 horas).
CON DALÍ
Paco España representaba en el teatro Muñoz Seca la obra Madrid, pecado mortal. «Se levantaba el telón y salían 14 actores desnudos. Dalí llegó tarde yhubo que repetir», explica el transformista.

Después nos invitó a susuite del Palace, decía que estaba encantado de haberme conocido. Me hizo un dibujo y lo firmó. Todavía lo tengo. Y Gala, su mujer, era muy simpática, muy agradable, muy sencilla... Dalí no bebía, sólo fumaba».
De aquella noche quedó constancia fotográfica.

Además de Madrid, pecado mortal con música de Juan Pardo, Paco hizo El triángulo de las tetudas, en el Muñoz Seca y Pecar en Madrid, en el teatro Alfil. También trabajó en el cine.

Entre otras tuvo un papel en Un hombre llamado flor de otoño (1978), protagonizada por José Sacristán y dirigida por Pedro Olea.

Pese a la melancolía y a ese par de copas que se toma cuando la depresión le puede, Paco sigue en la brecha. A Manolín le encanta el moño que se pone ahora: «Me recuerda a doña Imperio Argentina». Aunque precisa que el ídolo de Paco ha sido siempre Lola Flores y que su
canción de bandera es Mi vida privada, escrita para él. A Paco subirse al escenario le sienta muy bien: «Se me van todas las penas, me siento fuerte, siento que nadie puede hacerme
daño».

2 comentarios:

juandresan dijo...

Me ha encantado leer lo que has escrito sobre ese gran artista que es y será siempre Paco España. Tuve la suerte de verle varias veces en Gay Club de Madrid, el Paseo del Prado. Era un soplo frescura. Ojalá venga algún día por Madrid.Un saludo. Juhan.

Anónimo dijo...

Soy Canario de Las Palmas y vi hace mucho tiempo a Paco España en Madrid. NECESITARIA POR FAVOR SU MÓVIL. ME GUSTARÍA HACERLE UN REGALO Y VISITARLE EN LAS PALMAS, POR ESO NECESITO PONERME EN CONTACTO CON ÉL. MI CORREO ES: alvarofrancisco2003@yahoo.es Seria un milagro para mí hablar con esta persona maravillosa. Mil gracias